diciembre 17, 2021

Parentesco entre don Álvaro del Portillo (1914-1994), don José María Diez de Sollano (1819-1881) y Dávalos, y San José María de Yermo y Parres (1858-1904)

 En un post anterior hemos visto cómo fue la emigración de dos linajes de Diez de Sollano, procedentes de las Encartaciones de Vizcaya.

S.E.R. José María Diez de Sollano y Dávalos

Hemos explicado también cómo esos dos linajes "Diez de Sollano" —A y B—, que emigraron a la Nueva España en el siglo XVIII, están relacionados entre sí. Ahora veremos, con más detenimiento, la genealogía de tres sacerdotes destacados en la historia, que provienen del «linaje A» y, por tanto, están emparentados. Se trata, por orden de antigüedad, de: S.E.R. José María Diez de Sollano Dávalos (1819-1881), San José María de Yermo y Parres (1851-1904) y S.E.R. el Beato Álvaro del Portillo y Diez de Sollano (1914-1994).

S.E.R. José María Diez de Sollano y Dávalos (1819-1881)

La ascendencia «Diez de Sollano» («linaje A») de José María Diez de Sollano y Dávalos es como sigue.

I. Hombre Diez de Sollano (c.1670), nace en Zalla, Vizcaya, hacia 1670. Casa con una Mujer Bueno de Basori hacia 1695. Tiene por hijos a 1º) Francisco (c.1700; que sigue) y 2ª) Antonia (c.1705; que casó con José Castaños y, a su vez, tuvieron una hija llamada María Antonia Castaños Diez de Sollano, que casó con Manuel Diez de Sollano, en Güeñes, el 28-IX-1760, y son antepasados del Beato Álvaro del Portillo Diez de Sollano).

II. Francisco Diez de Sollano Bueno de Basori (Güeñes, c.1700) casó con Apolonia Bueno de Basori Zavala (15-II-1714; hija de Pedro Bueno de Basori y Juana Zavala). Fueron padres de: 1ª) María Ignacia (1740-1801) y 2º) Joaquín Francisco (c.1745, que sigue).

III. Joaquín Francisco Bueno de Basori y Zavala (México, c.1745), casado con María Josefa Landeta Primo, condesa de Casa Loja (1735-1812; hija de Francisco de Landeta y Francisca Primo de Terán), en San Miguel el Grande (actualmente San Miguel de Allende) el 26 de mayo de 1762. Tuvieron por hijo a  

IV. José María Diez de Sollano Landeta (Ciudad de México, 1765-1836), casado con María Josefa Dávalos Gamarra (hija de José Vicente Dávalos y Manuela Díaz de Gamarra). Tuvieron por hijo a

V. José Maria de Jesús Diez de Sollano y Dávalos (1819-1881) nació en la Ciudad de México, el 28 de mayo de 1819 y recibió el bautismo ese mismo día en el Sagrario Metropolitano. Recibió la ordenación presbiteral en México y más tarde fue consagrado primer obispo de la diócesis de León, Guanajuato. Fue ordenado sacerdote en México, el 1 de junio de 1844. El 7 de abril de 1862, cuando era párroco del Sagrario metropolitano de México, fue elegido obispo y, el 12 de julio de 1863, consagrado primer obispo de la Diócesis de León. Fue el primer Obispo de la ciudad de León. Tomó posesión de su Diócesis el 22 de febrero de 1864. José María Diez de Sollano murió en León el 7 de junio de 1881. Su gobierno pastoral duró 18 años. 

San José María de Yermo y Parres (1851-1904)

La ascendencia «Diez de Sollano» («linaje A») de San José María de Yermo y Parres es como sigue: 

San José María de Yermo y Parres

I. Hombre Diez de Sollano (c.1670), nace en Zalla, Vizcaya, hacia 1670. Casa con una Mujer Bueno de Basori hacia 1695. Tiene por hijos a 1º) Francisco (c.1700; que sigue) y 2ª) Antonia (c.1705).

II. Francisco Diez de Sollano Bueno de Basori (Güeñes, c.1700) casó con Apolonia Bueno de Basori Zavala, en México. Fueron padres de: 1ª) María Ignacia (1740, que sigue) y 2º) Joaquín Francisco (c.1745).

III. María Ignacia Diez de Sollano Bueno de Basori (c.1738), nació en la Ciudad de México hacia 1738. Casó con Juan Antonio del Yermo Larrazabal (1728), en el Sagrario Metropolitano de la Ciudad de México, el 5-X-1760. Tuvieron por hija, entre otros, a

IV. María Josefa de Yermo Diez de Sollano (1774), nació en la Ciudad de México y recibió el bautismo en la Catedral de México el 20-II-1774. Casó con Gabriel Joaquín del Yermo Bárcena (Sodupe, 1757; hijo de Julián de Yermo Larrazabal, que era hermano de su suegro). Tuvieron por hijo, entre otros, a

V. José María de Yermo y Yermo (1790), nació en la Ciudad de México y recibió el bautismo, en la Catedral, el 26-IV-1790. Casó el 20 de agosto de 1819, en la Catedral de México, con María Apolonia Soviñas Mendieta (1790-1870; hija de Miguel Antonio Soviñas y Jacinta Mendieta). Tuvieron por hijo, entre otros, a 

VI. Manuel Antonio de Yermo Soviñas (1824), nació en la Ciudad de México y recibió el bautismo el 2-IX-1824. Casó hacia febrero de 1851 con María Josefa de Parres Martínez (hija de Ramón de Parres Suero y María de Jesús Martínez) que falleció el 30-XII de ese mismo año). Tuvieron por hijo, entre otros, a   

VII. San José María de Yermo y Parres (1851-1904), nació el 10-XI-1851 en la Hacienda de Jalmolonga, Tenancingo, Estado de México. Recibió la ordenación sacerdotal, en la Catedral de León, de manos de su pariente, don José María Diez de Sollano y Dávalos, primer obispo de León, el 24-VIII-1879. Falleció el 20-IX-1904, en Puebla. Fue canonizado por el Papa San Juan Pablo II el 21-V-2000.

S.E.R. Beato Álvaro del Portillo y Diez de Sollano (1914-1994).

La línea de ascendientes «Diez de Sollano» («linaje B») de don Álvaro del Portillo es la siguiente:

S.E.R. Beato Álvaro del Portillo y Diez de Sollano

I. Francisco Diez de Sollano. Nació hacia 1620. Testó en Zalla el 20-VIII-1640. Casó con Águeda de San Cristóbal. Fueron padres de:

II. Juan Diez de Sollano y San Cristóbal. Bautizado en Zalla el 16-IX-1646, donde falleció el 21-I-1708. Casó con María de Arzabe (1650) en Zalla el 15-I-1674. Fueron padres de:

III. Francisco Diez de Sollano y Arzabe. Bautizado en Zalla el 11-II-1685, donde testó el 4-VI-1752. Casó con Antonia Sarachaga y Santibáñez, en Zalla el 26-V-1707. Antonia (13 años mayor que su esposo, bautizada en Zalla el 26-IV-1672, donde falleció el 17-I-1746) era hija de Juan de Sarachaga y María de Santibáñez, ambos naturales de Zalla. Francisco y Antonia fueron padres de:

 IV. Manuel Diez de Sollano y Sarachaga. Bautizado en Zalla el 16-V-1710, donde falleció el 3-III-1752. Casó con Micaela de las Rivas y de la Mella, hija de Francisco de las Rivas y Agueda de la Mella. Fueron padres de:

V. Manuel Diez de Sollano y de las Rivas. Bautizado en Zalla el 30-X-1737, falleció en Zalla el 20-XI-1793. Casó con María Antonia Castaños y Diez de Sollano, en Güeñes, el 28-IX-1760. María Antonia, bautizada en Güeñes el 15-XII-1738, falleció en Zalla el 20-II- 1792. Era hija de José de Castaños Campo (b: Güeñes, 23-XII-1709, hijo de Santos Castaños Lazcano y Antonia Campo Lexarza, casados en Güeñes, el 12-XII-1708) y de Antonia Díez de Sollano y Bueno de Basori (c.1715; hermana de Francisco Diez de Sollano y Bueno de Basori, que pertenece al «linaje A» y es antepasado de José María Diez de Sollano y Dávalos, y de San José María de Yermo y Parres). José y Antonia se casaron antes de 1738, probablemente en Güeñes. Fueron padres, entre otros,  de: 1º) José (que sigue), 2º) Francisco Demetrio (b: Zalla, 23-XII-1771, que siendo soltero, pasó a México en 1795 y se alojó en casa de su pariente Gabriel Yermo), y 3ª) María Antonia Eusebia (b: Zalla, 16-XII-1778).

VI. José Diez de Sollano Castaños. Bautizado en Zalla el 11-VII-1768). Casó el 17-IX-1792, en Zalla, Vizcaya, con María Vicenta Sarachaga San Cristobal. Tuvieron por hijos, entre otros, a: 1º) Ramón (1798, que sigue), y 2º) José (1801, que casó con María Salomé Sarmina Valdovinos, y fueron padres de Dolores Diez de Sollano, que casó con Ramón Portillo, en Cuernavaca, y fueron bisabuelos de don Álvaro del Portillo: más adelante escribiremos un post sobre su ascendencia novohispana).

VII. Ramón Paulino Francisco Diez de Sollano Sarachaga (b: Zalla, 22-VI-1798 a 1931); que casó con Laureana Traslaviña Asunsolo, nacida en 1786 y fueron padres de

VIII. Bernardino Diez de Sollano Traslaviña (1824-1880), que casó con María Ussía Escubi (1826-1898), y fueron padres de 

IX. Ramón Diez de Sollano Ussía (Lamuza, Llodio, 1855-1929), que casó con su prima, en segundo grado, Ángeles Portillo Díez de Sollano, en la Iglesia Parroquial de Cuernavaca, el 24 de abril de 1884 (Ángeles era hija de Ramón Portillo Gómez y Dolores Diez de Sollano Sarmina que, a su vez, era hija de José Diez de Sollano Sarachaga y María Salomé Sarmina Valdovinos). Fueron padres de

X. Clementina Diez de Sollano Portillo (Cuernavaca, 1885), que casó con su primo, en segundo grado, Ramón del Portillo Gómez, en Cuernavaca, el 11 de enero de 1908. Fueron padres de

XI. Álvaro del Portillo y Diez de Sollano (1914-1994), primer sucesor de San Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975), fundador del Opus Dei.

Algunas relaciones de parentesco

El «linaje A» de los Diez de Sollano es el que une en parentesco a don Álvaro del Portillo Diez de Sollano con don José María Diez de Sollano y Dávalos, y con San José María de Yermo y Parres. Nos será útil establecer algunas relaciones de parentesco que muestren la relación que hay entre los tres sacerdotes estudiados. 

Antonia de Castaños Diez de Sollano (c.1710), era: 

–Abuela de José Diez de Sollano Castaños (Zalla, 1768), tutor y curador de su hermano Francisco Demetrio. Y bisabuela de sus hijos (Francisco Ramón y José, que fueron tatarabuelos de don Álvaro del Portillo). 

–Prima hermana de Joaquín Diez de Sollano (México, 1745, abuelo de don José María Yermo y Dávalos, primer obispo de León).

–Prima hermana de María Ignacia Diez de Sollano (México, 1738, suegra de Gabriel de Yermo Bárcena), que fue tatarabuela de San José María de Yermo y Parres (1851-1904), y que recibió la ordenación sacerdotal, en la Catedral de León, el 24 de agosto de 1879, de manos de su tío abuelo don José María Diez de Sollano y Dávalos, que era primo segundo de su abuelo José María de Yermo. 

María Ignacia Diez de Sollano Bueno de Basori (1740), era:

–Tía abuela de don José María Diez de Sollano (1819). 

–Tatarabuela de San José María de Yermo y Parres (1851). 

José María de Yermo y Yermo (1790), abuelo de San José María Yermo y Parres (1851), era primo en segundo grado del primer obispo de León. Seguramente, don José María Diez de Sollano (1819) conocería su parentesco con aquel joven sacerdote que había ordenado en 1879, dos años antes de su fallecimiento.

— Hay un sacerdote amigo, don José Antonio de Parres y Téllez Girón (1937), que tiene un parentesco con San José María de Yermo y Parres. Sus padres fueron José Salvador de Parres Escobar (1905-1987) y Bertha Téllez Girón (1910). Sus abuelos paternos: Aquilino de Parres Sagredo (1869) y María Trinidad de Jesús Escobar Garnica (1869). Sus bisabuelos paterno paternos: Felipe Neri de Parres Martínez (1833, hermano de María Josefa de Parres Martínez, que fue la madre de San José María de Yermo y Parres) y Braulia Clara Sagredo Carreño. Es decir, la madre de San José María de Yermo y Parres fue tía bisabuela de don José Antonio de Parres y Téllez Girón.   

  

diciembre 12, 2021

Emigración de los Diez de Sollano, de las Encartaciones de Vizcaya a la Nueva España

        La madre del Beato Álvaro del Portillo y Diez de Sollano (1914-1994) se llamaba doña Clementina Diez de Sollano. Su apellido proviene del Concejo de Zalla, en las Encartaciones de Vizcaya. Antes del siglo XVII hay registros parroquiales de este apellido en Zalla, y también en Güeñes, otro concejo que dista cuatro kilómetros de Zalla.

Zalla, las Encartaciones, Vizcaya

        Desde esa comarca de Vizcaya —situada al sureste y que colinda con las provincias de Cantabria y Burgos— hubo una notable emigración a la Nueva España durante el siglo XVIII. Algunos vizcaínos se establecieron en San Miguel el Grande (actualmente San Miguel de Allende), en el estado de Guanajuato, y se dedicaron a la ganadería. Entre ellos estaban Francisco José de Landeta, Francisco de Urtusuástegui, Domingo de Unzaga, Juan Antonio de Arezana, Pedro de Arregui, Antonio de Lanzagorta, Pedro Francisco de la Puente, y los hermanos José Julián y Juan Antonio de Yermo Larrazabal.

Los dos hermanos Yermo procedían de Güeñes, al igual que una rama de los Diez de Sollano —que emparentó con ellos, en la Nueva España, a mediados del siglo XVIII— y que llamaremos «linaje A». Veamos cuál fue la relación de los Yermo con los Diez de Sollano. 

Linaje A 

Juan Antonio Yermo Larrazabal (1728-1791) casó en la Catedral de México con María Ignacia Diez de Sollano Bueno de Basori (1740-1801), el 5-X-1760. Fueron padres de María Josefa Yermo Diez de Sollano (1774), que casó el 21-II-1790, en el Sagrario de la Catedral de México, con su primo hermano Gabriel Joaquín de Yermo Bárcena (1757-1813), que era hijo de José Julián de Yermo Larrazabal (1724) y Francisca Bárcena Martínez de Lejarza.

Los padres de María Ignacia Diez de Sollano Bueno de Basori eran Francisco Diez de Sollano Bueno de Basori, y Apolonia Bueno de Basori Zavala. Él había nacido en Güeñes, Vizcaya, hacia 1710, y ella en la Ciudad de México, en 1714.

Apolonia Bueno de Basori era hija de Pedro Bueno de Basori y de Francisca de Zavala. Él fue originario de Güeñes y vecino de México a principios del siglo XVIII. Era Contador del Real Tribunal del Consulado y de la Real Aduana de dicho lugar. Además, hizo el primer proyecto arquitectónico del Colegio de las Vizcaínas, en la Ciudad de México. Perteneció a la Cofradía de Aránzazu. Murió antes de 1732.    

Francisco Diez de Sollano Bueno de Basori es el primero que llegó a la Nueva España, con este apellido. Al menos, por ahora, en nuestra investigación, no hemos encontrado otro anterior. De él desciende un linaje novohispano de los Diez de Sollano con dos ramas, que se establecieron en San Miguel en Grande y en la Ciudad de México. El origen más inmediato de este linaje —que hemos llamado «linaje A»— es el Concejo de Güeñes.  

Quizá Francisco Diez de Sollano pasó los primeros años, en torno a 1730, en San Miguel el Grande —con sus compatriotas vizcaínos—, pero finalmente se estableció en la Ciudad de México, pues ahí se casó, hacia 1735, con Apolonia Bueno de Basori Zavala. Este matrimonio tuvo, al menos, dos hijos: María Ignacia (1740) y Joaquín Francisco (c.1745), que fueron, respectivamente, antepasados de San José María de Yermo y Parres (1851-1904) y de S.E. José María Diez de Sollano y Dávalos (1819-1881), primer obispo de León. 

Linaje B

El linaje o varonía del que procede don Álvaro del Portillo no es este, sino otro que viene directamente del Concejo de Zalla. Lo llamaremos «linaje B». Tiene también dos ramas. Ambos linajes —el A y el B— provienen de un tronco común, que se remonta, al menos, al siglo XVI. El primer representante del linaje B debió nacer hacia 1620. También se llamaba Francisco Diez de Sollano pero, a diferencia del «Francisco» del linaje A, que nació en Güeñes, este nació en Zalla, lugar de origen de los primitivos «Diez de Sollano».

Hubo cinco generaciones del linaje B en Zalla. El representante de la quinta generación se llamaba Manuel Diez de Sollano (Zalla, 1737), y emparentó con el linaje A, pues se casó —en Güeñes, el año 1760— con María Antonia de Castaños Diez de Sollano. Ella era hija de José Castaños y Antonia Diez de Sollano (hermana de Francisco Diez de Sollano Bueno de Basori, el que llegó a la Nueva España antes de 1730). Ambos hermanos pertenecen al linaje A, pero una hija de Antonia, llamada María Antonia de Castaños, se casó con Manuel Diez de Sollano, perteneciente al linaje B, que es del que proviene la madre de don Álvaro, doña Clementina Diez de Sollano. 

Ya hemos visto como se llevó a cabo la emigración del linaje A, antes de 1730, con Francisco Diez de Sollano Bueno de Basori. Ahora veremos cómo fue la emigración del linaje B a la Nueva España.

Francisco Demetrio Diez de Sollano Castaños, hijo de Manuel y María Antonia, pidió licencia para pasar a la Nueva España en 1794. Tenía 23 años de edad. Se sirvió del parentesco que tenía con doña María Ignacia Diez de Sollano Bueno de Basori (hija de Francisco y Apolonia), que era prima hermana de su madre. Un yerno de María Ignacia, llamado Gabriel Joaquín de Yermo Bárcena, fue quien aceptó recibirlo en su casa de México. En las diligencias llevadas a cabo, intervinieron también otros familiares de Francisco Demetrio: su tío Fernando Castaños, y su hermano José Diez de Sollano, que era su tutor y curador, pues los padres de ambos ya habían fallecido. Finalmente, en 1795, el Rey dio licencia a Francisco Demetrio Diez de Sollano para que pasara a la Nueva España y colaborara en el giro comercial que tenía su pariente Joaquín Gabriel de Yermo. Este giro era la exportación de azúcar de la Nueva España a Cádiz. 

La familia Yermo, en el último tercio del siglo XVIII, había pasado de dedicarse a la explotación ganadera (sobre todo en San Miguel de Allende) a adquirir algunas haciendas azucareras en el estado de Morelos, en la zona de Cuernavaca. 

Por esta razón, los miembros del linaje B de los Diez de Sollano se establecieron en la Ciudad de México y en Cuernavaca, pasando temporadas en ambas ciudades.

El primer antepasado de don Álvaro —Diez de Sollano— que llegó a México fue un hijo de José Diez de Sollano Castaños (Zalla, 1768), el hermano mayor que fue tutor y curador de Francisco Demetrio (Zalla, 1771) en las diligencias para pasar a la Nueva España. José había casado —el 17-IX-1792, en Zalla Vizcaya— con María Vicenta Sarachaga San Cristobal. Tuvieron por hijos, entre otros, a: 1º) Ramón Paulino (1798), y 2º) José María (1801). 

José María Diez de Sollano Sarachaga (Zalla, 1801), el hermano más joven, fue quien se traslado, en 1817, a la Nueva España, para trabajar con un hijo de Gabriel Joaquín de Yermo, llamado José María de Yermo Yermo, y que era primo en tercer grado. En 1824 adquirió la Hacienda de San Antonio del Puente y su anexa la Hacienda de Buenavista, ambas en la zona de Cuernavaca. El 20 de abril de 1826, casó en esa ciudad con doña Salomé Sarmina Valdovinos, originaria de Cuernavaca.

Ramón Paulino Diez de Sollano Sarachaga (Zalla, 1798), el hermano mayor, se quedó en Vizcaya, así como su hijo Bernardino Diez de Sollano Traslaviña (1824-1880). Pero un hijo de este último, Ramón Diez de Sollano Escubi (1855-1929), se emigró a México y, el 24 de abril de 1884, casó con una prima segunda suya, nieta de su tío abuelo José María Diez de Sollano Sarachaga. Se llamaba María de los Ángeles Portillo Diez de Sollano y fue la madre de Clementina Diez de Sollano del Portillo, madre de don Álvaro. 

De esta manera, se enlazaron las dos ramas «Diez de Sollano» del linaje B. Por lo tanto, haciendo un resumen de la emigración de los Diez de Sollano desde las Encartaciones de Vizcaya a México, podemos decir que hubo tres migraciones (la primera del linaje A y las dos restantes del linaje B): 

—Primera: la de Francisco Diez de Sollano Bueno de Basori, hacia 1730. 

—Segunda: la de José María Diez de Sollano Sarachaga, en 1817. 

—Tercera: la de Ramon Diez de Sollano Ussía, hacia 1880.    


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